Sustitución de las pastillas de freno de estacionamiento eléctrico

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Close-up shot with the detail of a parking brake in a car.

El freno eléctrico de estacionamiento se impone cada vez con más fuerza en numerosos modelos de automóvil. Permite asegurarse de que el vehículo no se ponga en marcha de manera inadvertida y también hace posible otras funciones relacionadas con el confort.

El freno de estacionamiento o freno de mano, como vulgarmente se conoce, ha permanecido inalterable durante años, produciéndose tan solo algunas modificaciones en la palanca de mando al ser movida con la mano o el pie.

Sin embargo, el resto del mecanismo ha permanecido igual durante muchos años: unos cables acerados para transmitir el accionamiento hasta las ruedas.

Pero con la implantación de la electrónica en los nuevos modelos, cada vez son más los fabricantes de coches que optan por adaptar este dispositivo a las nuevas tecnologías.

Cuando el conductor lo quiera, sólo tiene que utilizar el mando que encontrará en el salpicadero y acto posterior, las ruedas traseras se frenarán automáticamente.

Entre los aspectos más significativos que ofrece el freno de estacionamiento eléctrico encontraremos la comodidad de no tener que tirar con fuerza de la palanca. Con sólo presionar el mando, el sistema eléctrico accionará con toda la fuerza necesaria el freno, evitando posibles movimientos del coche al aparcar en una rampa inclinada.

Pero esta no es la única función que tiene el freno de mano eléctrico, ya que al estar controlado por ordenador podemos incluir otras prestaciones. Por ejemplo, la mayor parte de estos sistemas se activan automáticamente cuando el conductor para el vehículo y apaga el motor.

En estos casos, además se desconecta automáticamente liberando el freno cuando el conductor enciende el coche, engrana una marcha y acelera para comenzar la marcha. Este funcionamiento automático permite al conductor usarlo como un sistema de ayuda de arranque en pendiente facilitando las maniobras en rampas de garajes o calles muy inclinadas.

Aunque no son habituales los fallos en este sistema eléctrico, no se puede descartar que no se den en alguna ocasión. Aun así, los beneficios que ofrece el freno de estacionamiento eléctrico superan en gran medida a las posibles complicaciones que puedan suceder.

Necesidad de electricidad

Aunque puede parecer un tópico es necesario tener electricidad para que pueda funcionar, lo que puede ser un inconveniente si nos quedamos sin batería y necesitamos mover el coche unos metros.

Entre las ventajas que encontramos en la utilización de este tipo de freno de mano se encuentran:

Originalidad y espacio

Con este nuevo sistema tenemos más espacio en el interior del vehículo y no se convierte en un elemento incómodo para el copiloto. Por otro lado, las marcas están sacando botones cada vez más originales e intentan que se convierta en el toque diferenciador del habitáculo de cada modelo de coche.

El freno de mano eléctrico ha llegado para quedarse y a pesar de tener alguna desventaja ha nacido para facilitarnos la conducción y aumentar la nuestra seguridad al volante. Ahora nos toca a nosotros acostumbrarnos a él y convertirlo en un elemento cotidiano de nuestros vehículos.

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